Transformación Urbana en Valencia: Casas del Mediterráneo, tres décadas de testigo

Valencia ha experimentado una transformación urbanística asombrosa en las últimas tres décadas. Las áreas residenciales experimentaron un auge y la arquitectura moderna comenzó a emerger en el horizonte valenciano. Se construyeron complejos plurifamiliares con zonas comunes, deportivas y de ocio, fomentando un estilo de vida donde no solo se residía, sino que se compartían experiencias. Los unifamiliares marcaron el comienzo de una era de cambio en busca de atractivos que la ciudad ya no podía ofrecer. Así, entre todos, hemos sabido captar y satisfacer las necesidades habitacionales de una sociedad en constante evolución hacia una gran diversidad tipológica de vivienda. Hasta hemos superado complejos en cuanto a las superficies y la personalización de los materiales.

 
Incluso el concepto de “lujo”, que nosotros preferimos llamar “premium” en todas sus escalas, ha cambiado. A finales de los 90, el lujo estaba asociado principalmente a la exclusividad en acabados y materiales. Se consideraba lujo que la vivienda contara con climatización, hoy es un bien de primera necesidad, y en la actualidad la calidad en la vivienda va más allá de lo material, abrazando conceptos como la eficiencia energética, la sostenibilidad, el diseño de interiores, la salud, el bienestar y la recién llegada industrialización de la vivienda. La normativa actual, a pesar de su complejidad y costos asociados, refleja un cambio de paradigma ofreciendo soluciones que protegen el medio ambiente y promueven una movilidad y un crecimiento urbano sostenible. Ya son notables también los beneficios asociados en términos de rentabilidad, la sostenibilidad vende muy bien.

Casas del Mediterráneo, inmobiliaria líder en el sector desde 1996, ha sido testigo y parte en este proceso de cambio. Hemos acompañado a los valencianos en la adquisición de sus hogares a lo largo de estos años, identificando oportunidades prósperas y ayudando a tomar buenas decisiones. Recordamos con cariño nuestro empeño por aportar valor añadido, vendiendo inmuebles casi en ruinas con proyectos de reforma incluidos, contribuyendo así a la rehabilitación de nuestro querido centro histórico. Asimismo, abrimos oficinas inmobiliarias en cada barrio de la ciudad, aportando vida residencial y comercial a áreas por entonces emergentes, hoy perfectamente consolidadas. Casas del Mediterráneo acompañó cada década proponiendo opciones residenciales que se alineaban con una demanda en constante evolución y que siempre nos hemos esforzado en estudiar y analizar cuantitativa y cualitativamente, con todo el rigor, hasta nuestros días, cuando el big data se ha convertido en una herramienta fundamental para la toma de decisiones.
En paralelo, la forma en que se comercializan las viviendas también ha experimentado un cambio radical. Valencia, junto con Casas del Mediterráneo, se ha sumado al gran salto tecnológico en el sector inmobiliario. En la actualidad, el proceso de búsqueda y compra de viviendas vive un cambio revolucionario gracias a la integración de tecnologías como la digitalización, la realidad virtual, los planos 3D y la accesibilidad global a través de dispositivos móviles. Los clientes ahorran el 80% del tiempo explorando con todo detalle casas desde la comodidad de su sofá, en cualquier parte del mundo. Nuestra profesión es cada vez más técnica y está más normativizada, pero sin duda conduce a proteger y potenciar los derechos de los clientes, virando hacia un entorno más seguro y minimizando incertidumbres en un sector cada vez más profesionalizado y transparente.

Lejos han quedado los anuncios por palabras en el Trajín y La Clau, donde con un número muy limitado de caracteres y sin incluir imágenes, las inmobiliarias daban a conocer los inmuebles disponibles a los valencianos. Todo dependía de la habilidad del redactor para pintar atractiva una vivienda solo con palabras.

No obstante, urgen más cambios. Urge evitar una gran bolsa de alquiler sólo con destino temporal. Urge establecer alianzas público-privadas para desarrollar proyectos de vivienda social para compra y alquiler. Urge flexibilizar los requisitos hipotecarios. Y urge facilitar suelo para que futuros desarrollos aumenten la oferta, reduzcan la brecha entre oferta y demanda, y regulen los precios de manera sostenible. A pesar de la caída interanual del 25% en el número de compraventas registrada este 2023, los precios de las viviendas se han mantenido. Aunque sepamos que venimos de un incremento extraordinario de ventas tras el letargo de la pandemia del Covid-19 y que la demanda actual es muy sólida, deberíamos mantenernos alerta e ir promoviendo iniciativas innovadoras.

 
Según el estudio publicado por la revista Forbes, “Cinco ciudades españolas entre las 20 mejores del mundo para vivir”, Valencia y Alicante se encuentran en el segundo y tercer puesto, por su facilidad para establecerse, la alta calidad de vida y unas sólidas clasificaciones en finanzas personales. Una cultura acogedora que permite una vida agradable y asequible. Casas del Mediterráneo aboga por mantener Valencia accesible para sus residentes a la vez que sigue abrazando la llegada de extranjeros.