¿Quién paga las reparaciones en un piso de alquiler? Propietario o inquilino: Guía práctica.

¡Ah, el mundo de los alquileres! Tener un piso en alquiler suena como la receta perfecta para ganar unos euros extra, mantenerlo ocupado y sentirte un pequeño magnate del ladrillo. Pero, claro, no todo es tan bonito. A veces ocurren cosas inesperadas: fugas, atascos, y la eterna pregunta… ¿quién paga qué cuando algo se rompe? Vamos a desglosarlo con un poco de humor para que, la próxima vez que algo explote (¡esperemos que no literal!), sepas si tienes que sacar la billetera o si le toca a tu casero.

 

Obligaciones del propietario:

Ser un buen propietario tiene sus responsabilidades, como estas:

  • Suelos, paredes y techos: Si te levantas un día y te encuentras con moho decorando las paredes o una ventana que no cierra, el propietario es el encargado de mantener el “continente” (¡la estructura de la casa!).
  • Electrodomésticos rebeldes: Si el horno o la nevera dejan de funcionar por sí solos (sin ser culpa tuya, obvio), el dueño del piso debe reemplazarlos o repararlos. Pero si decides convertir el horno en un tambor, bueno… eso ya es otra historia.
  • Electricidad y agua: Si la luz salta una y otra vez, o el agua caliente no aparece cuando la necesitas, ¡el propietario al rescate! Mantener estos servicios en orden es parte de su trabajo.

 

¿Y el inquilino qué paga?

Tú, querido inquilino, también tienes tu parte del trato:

  • Pequeñas reparaciones: Si esa manilla de la puerta que usas cien veces al día se rompe, o atascas un fregadero… ¡te toca arreglarlo! (usar el fregadero como si fuera un triturador de basura no es buena idea).
  • Muebles y utensilios: Si rompes el jarrón o abres la puerta del armario con demasiada fuerza, son tu responsabilidad.
  • Cosas que haces sin permiso: ¿Te has lanzado a pintar las paredes de fucsia sin preguntar? ¿O peor, has colgado tu colección de katanas con agujeros en la pared? Prepárate para dejar todo como estaba cuando te vayas.

 

El eterno dilema: ¿Qué es “pequeño” en una reparación?

Aquí entra en juego la Ley de Arrendamientos Urbanos y las pautas de los jueces para aclarar dudas. Algunas pistas para saber si te toca a ti o al casero:

  • Si algo se rompe en la primera semana de tu estancia, como ese toldo que casi te mata cuando lo abres por primera vez, ¡es cosa del propietario!
  • Si la reparación cuesta más de 200 €, es probable que el casero tenga que hacerse cargo.
  • Si hablamos de suelos, paredes, techos o electrodomésticos que ya estaban en el piso, ¡llama al propietario! Pero si te pasaste con el microondas intentando calentar sopa con la tapa de metal… ejem, mala idea.

 

¿Quién paga los temidos atascos?

Este es un tema recurrente. Vamos a ver quién paga en diferentes situaciones:

  • Fregadero con comida: Si has estado tirando restos de comida por el fregadero, el atasco es tuyo. ¡Te toca repararlo!
  • Váter atascado: Si las cañerías son tan viejas que parece que se atascan solas, ¡esta vez paga el casero! Pero si tiras toallitas húmedas o bastoncillos, te tocará a ti.

 

¿Y si nadie sabe quién paga?

Imaginemos que el casero sospecha que has usado el horno como barbacoa, pero no puede probarlo. ¿Qué hacemos?
Primero, revisa el contrato. Puede que ahí se especifique cómo actuar en casos dudosos. A veces, se puede llegar a un acuerdo en el que ambas partes cubran el coste de la reparación. Si no hay cláusulas ni acuerdo, el seguro del casero o del inquilino (sí, tú también puedes tener uno) puede ayudar para evitar que esto se convierta en una película de terror financiero.

 

Así que, queridos lectores, cuando surja el próximo problema, ya sabéis quién es el responsable de la reparación: ¡aquel que señale el contrato o la Ley! Y si aún tenéis dudas, no dudéis en llamarnos al 960 660 660 o escribirnos a info@casasdelmediterraneo.com. Estaremos encantados de ayudaros a resolver cualquier inconveniente.

Redacción: Casas del Mediterráneo.

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