Nos divorciamos… ¿quién se queda con la casa?

La importancia de la vivienda familiar en el divorcio

Cuando hablamos de la vivienda familiar, esa que aquellos jóvenes enamorados, o uno de ellos, compró con tanta ilusión, es crucial no confundir la propiedad con el uso de la misma. Tampoco debemos confundir ser propietario con tomar decisiones sobre la vivienda.

Propiedad vs. uso de la vivienda

Es posible que uno de los miembros de la pareja sea propietario exclusivo de la vivienda porque la compró cuando aún era soltero o después del matrimonio en separación de bienes, o porque la heredó o se la regalaron. Sin embargo, si esa vivienda es el domicilio familiar, por muy propietario que sea, no puede venderla, regalarla, hipotecarla, arrendarla ni tomar decisiones sobre aspectos menores, como el color de las cortinas, en ciertos casos.

Decisiones judiciales en caso de divorcio

En caso de divorcio o separación legal, y a falta de acuerdo, las situaciones pueden variar según existan o no hijos comunes y el régimen de custodia que se establezca. Todas las situaciones tienen un elemento común: no hay una solución única legal, sino que cada caso lo decidirá el juez o tribunal, atendiendo a una serie de criterios definidos por la Jurisprudencia.

Si no hay hijos

Si no hay hijos, la solución más común es conceder el uso de la vivienda al propietario exclusivo, salvo circunstancias excepcionales (económicas o personales) que pudieran motivar una solución distinta, siempre con carácter temporal. Si la vivienda pertenece a ambos, la solución podría ser la venta a un tercero o la adquisición por parte de uno de ellos, otorgándose mientras tanto el uso al cónyuge que requiera mayor protección.

Si hay hijos

Si hay hijos menores de edad o mayores dependientes económicamente, la decisión sobre el sistema de custodia será determinante. En el caso de custodia individual, el uso de la vivienda se concederá (sea quien sea el propietario) al progenitor a quien se atribuya la custodia. Con custodia compartida, sistema preferido por nuestros órganos de justicia, se tendrá en cuenta quién es el propietario para atribuirle, con carácter preferente, el uso de su vivienda. Sin embargo, el tribunal puede considerar otras circunstancias que determinen una solución distinta.

Soluciones pactadas

Existen otras soluciones pactadas, como la llamada casa-nido (donde los hijos permanecen y los progenitores van y vienen) o incluso seguir conviviendo bajo el mismo techo. No obstante, salvo honrosas excepciones, estas “soluciones” suelen ser complejas y recordar situaciones como las de la película “La guerra de los Rose”.

Casas del Mediterráneo: apoyo en momentos difíciles

En definitiva, cuando hablamos de vivienda familiar, la propiedad no es determinante y hay muchas soluciones posibles. Si la solución es la venta o el alquiler, Casas del Mediterráneo está aquí para apoyarte en estos momentos difíciles.

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